sábado, 2 de febrero de 2013

Capitulo II (primera entrega)


Día dos en el norte

Disculpen los 2 días de retraso. Pero aquí esta al fin. Mas adelante incluire las ilustraciones, que por falta de tiempo no eh podido hacer. 
Espero disfruten la primera entrega. 

Cárcamo patio una piedra que fue a dar dos metros de él, camino y la volvió a patear, la piedra llego a una zanja y el técnico en minería levanto la vista hacia el este, de donde comenzaba a clarear tras las montañas.
Las sombras se alargaron hacia el oeste y la claridad tiño el desierto de un dorado frio, corriendo una briza seca y gélida desde la cordillera, Cárcamo apago su linterna y se sentó en la tierra reseca apoyando su espalda en la camioneta.
Miro al horizonte en espera de la ayuda, de carabineros o bomberos hasta que su mirada se topo con una luz hacia el sur oeste, como un obelisco gigantesco hecho de cristal que reflejaba el dorado solar, estaba a gran distancia, kilómetros quizás y se alzaba desde el suelo pedregoso hasta casi tocar los cirros escasos del cielo sin humedad del norte chileno.

lunes, 10 de diciembre de 2012

Capitulo I, Cuarta Entrega (y ultima de 1er Capitulo)


1.1
Rodrigo volvió a entrar a la volcada camioneta, giro la llave y el motor encendió y un foco, el otro estaba quemado o roto.
-              Esto funciona mierda – grito Rodrigo – hay que volverla y capaz que ande.
Muñiga por mientras cortaba con su cuchillo unas ramas y Valdez veía el brazo de Sánchez.
-              Chiporro, lo tienes roto y vamos a entablillar – Informo Valdez al Soldado
-              Dele nomas mi cabo, si entablillado funciona – dijo Sánchez con una risita, para no parecer asustado. 

lunes, 26 de noviembre de 2012

Capitulo I, Tercera Entrega


Valparaíso
-              Olvídese de las radios mi Teniente, no hay caso, casi ninguna funciona, nosotros tenemos un tarro viejo y desde aquí no da con Torquemada y de repente agarramos a los carabineros, nada mas – Dijo Valdez mientras entraban a la carpa de Mando.
-              Comprendo Cabo, lo que es yo estoy preocupado por mi gente en Cochoa – dijo el Teniente y haciendo un gesto hacia una mesa – quiere un café usted y sus hombres.
-              Si claro, imposible decir que no – dijo Valdez y agrego – me comprometo a ver qué pasa en Cochoa, devolverme e informarle de todo y de ahí volver a Torquemada.
-              Muchas gracias mi cabo, es en estos momentos mucha ayuda.

Los hombres tomaron un café servido por una señora que nunca supieron si era una vecina o parte del colegio cuando escucharon unos tiros.

lunes, 15 de octubre de 2012

Capitulo 1.(Segunda entrega)


1.1
El estruendo fue mayor, un bólido atravesó el cielo desde el oeste y se estrelló contra el cerro Mauco, otro bólido muy luminoso se alejó hacia el interior, en dirección sureste, luego fueron tantos que a los hombres fuera del Fuerte Aguayo ya no podían definir hacia donde caían, solo que caían de noroeste a sureste.
Desde el interior del Cuartel llego el sonido de generadores, unas luces de vehículos, pronto los reservistas se comenzaron a dispersar en parejas, a no manos de 10 metros de cada pareja, mirando el cielo con una rodilla en el suelo. Con las manos en los oídos para no escuchar los estruendos.
-              Esos estruendos son cuando los bólidos ingresan rompiendo la barrera del sonido – pensó Rodrigo, seguro que no eran realmente explosiones, si estampidos de ondas sonoras y en el fondo para tranquilizarse.

domingo, 30 de septiembre de 2012

Capitulo 1. La oscuridad perdió la luz (Primera entrega)

Capitulo 1. La oscuridad perdió la luz 

Nota: Esto es la primera entrega, parte del primer capitulo, consistente en 4 o 5 entregas quincenales.

La hora Cero.


Eran las últimas gotas de un año extraño, un año lleno de noticias, rumores y miedos, el aire  venia húmedo de las colinas cargado de aroma a eucaliptus y pasto florecido.
Ambos respiraron hondo, encendieron los cigarros y hablaron del futuro juntos, ella le miro la ilusión en sus dedo y se lleno de alegría, él pensó en que quería envejecer con ella, mirar cada mañana sus ojos pardos.
Al consumirse los cigarros ella recordó las últimas e inquietantes noticias que hablaban de países lejanos, de gente a la que no conocía amenazada por un ejército gigantesco, de las ya a estas grotescas mentiras para justificar la invasión de un país. Él le hablo de los tiempos de la guerra del golfo pérsico, de la llamada tormenta del desierto, después recordó la segunda vez que las tierras de sumeria fueron atacadas bajo mentiras. La conversación se hizo pesimista, los cigarros se terminaron, la llovizna aumento y la mejor idea fue entrar al auto.